Fernando Gilabert bustos

       Esa pregunta se ha hecho desde que el ser humano  comenzó a escribir historias de ficción, más en específico, desde que comenzó a novelar historias.  La relación amorosa entre dos personas es el motor que sin duda mueve el universo de las historias noveladas. Y día a día al mundo real sin dudarlo.

       El amor o el desamor son  los “culpables” de generar esa energía vital que ha llevado a  un millar de millones  de latidos a tomar decisiones que han marcado la historia y la vida de muchos, y de todos, para bien o para mal

Un rey en Inglaterra abdicó a su corona por el amor a una plebeya cambiando bruscamente  la línea de sucesión sin que eso le importara,  

El poeta italiano Dante Alighieri escribió a principios del siglo XIV la ‘Divina Comedia‘, su obra maestra, dedicada al objeto de su amor platónico, Beatrice Portinari, con la que nunca llegó a cruzar ni una palabra. En su obra, Dante atraviesa el infierno y el purgatorio buscando a su amada. 


En 1940, el chino Lui Goujiang cuando tenía tan solo 19 años se enamoró de una viuda de más edad. El amor fue correspondido y decidieron fugarse y vivir en el interior de una cueva. Para que su amada pudiera salir de la gruta y bajar por la ladera de la montaña, construyó a mano una escalera de 1.500 peldaños. Hoy en día es un lugar de peregrinaje.

Yo una vez después de despedirme de mi novia comencé a caminar junto al bus que la llevaba a su casa tirándole besos, de pronto me encontré con una florista, le pasé dinero, agarre todas las flores y pidiéndole permiso al conductor subí corriendo al bus, le entregué  el ramo y  le dije que la amaba, (me gané el aplauso de todos los pasajeros), pasado algunos minutos y una vez ido el bus me dio vergüenza,  pero la magia producida por esa locura de amor fue impagable 

La guerra de Troya (realidad o ficción) se generó por un amor

Romeo y Julieta es una historia de amor y odio, basada en una serie de relatos reales de amor y odio

Sin duda, ese palpitar, ese sentimiento que llamamos amor es la tinta que marca a fuego el inicio o el fin de algo.  Sin  amor no hay historia, y sin historia, no hay amor